
Considero que nunca he sido poeta, pero de tanto leer & escuchar cosas, historias & problemas sentimentales, sé que quiero luchar porque un mínimo detalle no termine con nuestro tiempo para concretar felicidad; después de todo, puedo saber que tus ojos leen lo que mi corazón relata, & me puedo volver tonta & lenta a la hora de escribir frente a ti, es que tanto me revolucionas, amor...
Creo que la palabra más triste del diccionario es "arrepentimiento". Al fin de todo, todo tiene concecuencias, solamente que a veces no resulta tan obvio en el momento, una no sabe a exacta ciencia cómo saldrá todo o como se va a sentir despues de la acción, eso sucede cuando ya estás insegura, yo puedo decir, "sé a lo que voy, & me siento bien ".

Érase una vez... Un Rey y una Dama.
Siempre se había sentido tan sola... Incluso cuando estaba rodeada de gente. En su interior siempre añoraba algo... siempre había algo que quería alcanzar y que no podía obtener.
Cuando le conoció... Aquella soledad se desvaneció.
Y en cada maldito rincón del Laberinto soñó con él. Con encontrarle tras cada árbol. Bajo cada roca.
Tan alto e imponente, con sus furtivas sonrisas y sus ojos sobrenaturales.
Sintió que él la comprendía mejor que nadie. Y que incluso... él se sentía un poco solo también.
Aquello parecía inaudito, Jareth el Rey de los Goblins sintiéndose solo... Pero sus ojos parecían esconder una furtiva y apagada tristeza, alojada en el fondo de su alma.
No importa cuantos sarcasmos, cuantas crueldades dejaran escapar sus labios... El Rey parecía tan desvalido, el poderosísimo Rey, tanto como ella misma.
Había pensado mucho en él desde que había vuelto del Laberinto.
Siempre se había sentido tan sola... Incluso cuando estaba rodeada de gente. En su interior siempre añoraba algo... siempre había algo que quería alcanzar y que no podía obtener.
Cuando le conoció... Aquella soledad se desvaneció.
Y en cada maldito rincón del Laberinto soñó con él. Con encontrarle tras cada árbol. Bajo cada roca.
Tan alto e imponente, con sus furtivas sonrisas y sus ojos sobrenaturales.
Sintió que él la comprendía mejor que nadie. Y que incluso... él se sentía un poco solo también.
Aquello parecía inaudito, Jareth el Rey de los Goblins sintiéndose solo... Pero sus ojos parecían esconder una furtiva y apagada tristeza, alojada en el fondo de su alma.
No importa cuantos sarcasmos, cuantas crueldades dejaran escapar sus labios... El Rey parecía tan desvalido, el poderosísimo Rey, tanto como ella misma.
Había pensado mucho en él desde que había vuelto del Laberinto.
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